El aluminio ha marcado una gran tendencia en el mercado de los acristalamientos. Es un material resistente a los golpes, pero a su vez muy ligero con alta durabilidad.
Difícilmente inflamable, con lo cual se mantiene la seguridad en la construcción. A diferencia de la madera o acero posee un recubrimiento natural protector que evita que haya que pintarlas frecuentemente y a largo plazo en una excelente inversión.

